El pasado 11 de marzo tuve mi entrevista en la Embajada, y gracias a Dios cumplimos con los requisitos y fuimos aceptados. Según la asistente que nos entrevisto en un termino no mayor a 3 meses nos estarán llegando las visas, (las de mis dos hijos, la de mi señora, la de mi hermano y lógicamente la mía.
En estos momentos me embarga unos sentimientos todos raros, sentimientos entremezclados de alegría y tristeza. Alegría de ver como nuestros sueños de radicarnos en Canadá se están volviendo realidad, tristeza de saber que muy pronto nos estaremos alejando del resto de familia, mamá, hermanos, sobrinos, primos y una gran cantidad de buenos amigos, saber que partiremos a otras tierras y dejamos esta tan querida que nos vio nacer y crecer.
Se que la partida no será nada fácil, pero me alienta el saber que todo lo hago por un mejor futuro, un mejor estar para mi familia. El vida todo tiene un costo, se que no será fácil, pero estoy seguro que se puede, se que con ganas, con barraquera, con entusiasmo, con seguridad, con confianza todo se puede lograr.
Yo me considero una persona emprendedora con las capacidades suficientes para radicarme con éxito en Canadá y ayudar a hacer lo propio a mi familia. Yo me considero una persona con capacidad de asumir riesgos, con capacidad de organización y dirección, capacidad creativa e innovadora, capacidad para adaptarme a situaciones nuevas, habilidad social, facilidad para tomar decisiones, capacidad de observación y previsión, capacidad para asumir responsabilidades, tengo confianza en mi mismo y soy muy perseverante.
Doy gracias a Dios por guiarme y por iluminar mi camino, y le pido que lo siga haciendo.
Bueno lo cierto es que comienza la recta final de este proceso, por es el comienzo de uno nuevo, es el comienzo de una nueva vida y el éxito en ella depende de mi y solo de mi.
